En las últimas décadas ha surgido un término muy conocido llamado “ moda rápida” o conocido por varios como fast fashion, este tipo de producción se refiere a producir prendas a gran escala, a bajo costo y en ciclos de producción cada vez más cortos. Lo que antes cambiaba cada temporada, hoy se renueva cada pocas semanas. Esto ha generado que compremos más ropa de la que realmente necesitamos y, al mismo tiempo, que la desechemos más rápido. Por un lado la gente observa esta tendencia como algo benéfico, pues qué mejor que tener ropa accesible y que se renueve constantemente, sin embargo, ¿realmente vale la pena?
En esta newsletter exploraremos lo que hay detrás de esta accesibilidad y la huella ambiental enorme que conlleva esta industria. Te aseguro que esta información te hará cuestionarte mucho…
¿Ropa de calidad o basura en aumento?
Cada año, se producen más de 100 mil millones de prendas en el mundo. Sin embargo, se calcula que el 85% de esa ropa termina en vertederos o incinerada en menos de 12 meses. Básicamente, cada segundo se quema o entierra el equivalente a un camión de ropa. Y aunque pueda parecer que donar o reciclar es la solución, la realidad es que la industria textil sigue aumentando al grado donde cada vez es más difícil gestionar los residuos provenientes de dicha industria.
Además, la mayoría de los materiales usados para producir textiles tardan décadas o incluso siglos en degradarse, y mientras tanto, liberan microplásticos cada vez que se lavan. Estos microplásticos terminan en ríos, mares y finalmente en la cadena alimenticia, afectando no solo a los ecosistemas sino también a nuestra salud.
🏭 Un modelo de producción intensivo en recursos
Además de observar lo dañino que esto se vuelve para nuestro entorno, es necesario ver lo mucho que explotamos los recursos hídricos para consumir ropa que en su mayoría, no necesitamos. Hoy en día se ocupan 7,500 litros de agua para fabricar un solo par de jeans, el equivalente a lo que una persona promedio bebería en siete años. Los procesos de teñido y acabado utilizan grandes cantidades de químicos que, en muchos casos, terminan vertidos en cuerpos de agua, contaminando comunidades locales.
A esto se suma el impacto climático: el sector textil es responsable de alrededor del 10% de las emisiones globales de CO₂, más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados. Y como lo hemos observado, esta cifra es solo un dato actual sin embargo, si no frenamos nuestros hábitos de consumo esto aumentará.
📉 ¿Realmente es barato?
Lo que en apariencia es una prenda accesible y económica tiene detrás un costo oculto: explotación de recursos, contaminación y condiciones laborales precarias en muchas fábricas. El modelo del fast fashion funciona sobre la base de producir mucho, muy rápido y muy barato, y ese precio real lo terminan pagando tanto el planeta como las personas que por consumir sin conciencia acabamos padeciendo las consecuencias.
🌱 Hacia una moda responsable
Aunque el reto es enorme, también existen alternativas que nos invitan a replantear la forma en que consumimos moda:
- Elegir calidad sobre cantidad: comprar menos, pero mejor, priorizando prendas duraderas.
- Alargar la vida útil de la ropa: reutilizar, reparar es una gran opción para evitar tirar nuestra ropa cuando solo requiere un apoyo para seguir funcionando, intercambiar o donar también son tendencias con una causa positiva y nunca falla el encontrar excelentes alternativas para las prendas que requieras.
- Apoyar marcas responsables que incorporen materiales sostenibles, procesos limpios y transparencia en su cadena de valor.
- Adoptar la economía circular: reciclar textiles y fomentar modelos como la reventa o el alquiler de prendas.
- Cuestionar el consumo impulsivo: preguntarnos si realmente necesitamos cada compra.
✨ Conclusión:
El fast fashion nos vende la idea de que podemos estar siempre a la moda, pero deja atrás un rastro de residuos y contaminación que ya no podemos ignorar. Convertir la moda en un espacio más consciente no significa renunciar al estilo, sino darle un nuevo significado: uno que combine creatividad con respeto por el planeta. Hoy en día cada decisión de consumo cuenta. Si optamos por hábitos más sostenibles y exigimos a las marcas mayor responsabilidad, podremos transformar la moda en una industria que no solo vista a las personas, sino que también cuide el futuro de nuestro entorno.
Waste Cero te ayuda a gestionar tus residuos, pero, ¿tú cómo puedes ayudar?
Ve nuestro último post en redes dando CLICK AQUÍ